Comercializacion




A mediados de los 80 comenzó la difícil tarea de conseguir la aprobación para comercializar el contenido de la bebida a la que llamó Red Bull. Se trataba de un producto desconocido que contenía el triple de cafeína que una coca-cola común.
Mateschitz tuvo que esperar tres años hasta obtener la licencia en Austria. Durante este período nació el posicionamiento del producto: "Red Bull revitaliza cuerpo y mente" y el tan conocido eslogan "¡Red Bull te de aaalas!"
Se vendía en las gasolineras para evitar que los conductores se durmieran al volante.
La traducción era "búfalo de agua" y en el logo se veía un toro y un sol. En la mente de Mateschitz acababa de nacer Red Bull, que en inglés significa "toro rojo". ¿Qué mejor adjetivo para expresar potencia, energía, fuerza y valor?
Entre 1984 y 1987 Mateschitz trabajó para adaptar esta bebida al mercado europeo. Finalmente en 1987 lanzó su versión de KratingDaeng en Europa bajo el nombre de Red Bull siendo una bebida carbonatada y menos dulce.
Adaptó el sabor al gusto europeo, pero se topó con muchos problemas.
Primero fue el del precio: costaba más que las demás bebidas refrescantes. Segundo: buscar una embotelladora. Mateschitz convenció a la empresa de zumos austriaca Rauch, que hoy obtiene el 20% de su facturación gracias a Red Bull. Y vinieron los primeros resultados..., que fueron muy malos: millones de pérdidas. "Muchos me dijeron que el producto jamás cuajaría". Durante seis años se ocupó exclusivamente del mercado austriaco, y en 1990, salió de aquella fase de pérdidas.
En 1993 se lanzó al mercado exterior: Hungría, Gran Bretaña, Alemania, EEUU, Suiza, España, Holanda... Hoy gana dinero, pero nadie revela cuánto.
Actualmente Red Bull tiene la mitad del mercado estadounidense de bebidas energéticas yen algunos países llega hasta el 80%.
Red Bull vende por año unos 4.000 millones de sus latas en 160 países, con una facturación estimada de 3.200 millones de euros, de los cuales un tercio se invierte en mercadeo, incluyendo unos 600 millones de euros en patrocinio de deportistas en disciplinas de invierno y alto riesgo, pero también de fútbol y hockey sobre hielo, incluyendo los 180 millones en la F1.
Red Bull se comercializa en más de 100 países de todo el mundo, ha estado prohibida en países como Francia durante más de 12 años y Dinamarca. Al crear un producto totalmente innovador que ha abierto un nuevo mercado, su implantación en nuevos países supone un largo protocolo para seguir todos los canales oficiales.